Este blog forma parte del proyecto narrativo Cuéntalo Todo, bajo la dirección del maestro Sandro Cohen dentro de la materia Redacción Universitaria del Departamento de Humanidades, División de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco.



domingo, 11 de noviembre de 2012

Sonrisa partida en dos


Durante mis dieciocho años, nunca me había preguntado cómo iba a morir, pero morir en lugar de quien amas… Creo que sería una buena forma de hacerlo.
Roberto, el amor de mi vida, mi luz, mi primer amor estaba en peligro y no sabía cómo ayudarlo. Cada minuto que pasaba, mi vida se hacía un gran caos. ¿Mi amiga muerta? ¿Mi novio desaparecido? ¿Y yo…? Yo embarazada sin que mis padres lo supieran pero ¿cómo decirles? Mis padres son tan estrictos y Roberto no es de su agrado. Obviamente no les haría caso de dejarlo.
Debía buscar una solución. Al dirigirme al panteón, en donde estaba Roberto, tomé las llaves del auto de mi padre. Subí e iba en la carretera cuando una camioneta me obstruyó el paso y, por querer esquivarla, no vi al auto que venía en mi dirección. No tuve forma de parar. Cerré mis ojos, toqué mi vientre y dije: Te amo, Roberto. Después de eso ya no supe más.
Me encontraba en un cuarto obscuro. Tuve mucho miedo. Temía perder a mi bebé. No sabía en donde estaba. Escuchaba muchas voces que decían mi nombre: ¡Jenny! ¡Jenny, vuelve! Había estado luchando por mi vida pero creo que hubiera sido mejor haberme quedado así. Suspiré y abrí los ojos.
A mí alrededor se encontraban policías, el doctor y mis padres. Mi mamá comenzó a regañarme. El doctor dijo que mi bebé no se había salvado y los policías que Roberto estaba detenido. Ya estaba harta de esta situación pero mis padres, en lugar de apoyarme, lo único que hacen es regañarme y recordarme que él era un don nadie. Tomé una difícil decisión. Sé que amaba a Roberto pero yo quería un hombre. No quería ser niñera de nadie.
Saliendo del hospital, tenía planeado poner más empeño a mi carrera, olvidar mi pasado y vivir al máximo mi futuro.
El resultado de la investigación policiaca decía que mi accidente había sido provocado por Roberto. Un ajuste de cuentas dijeron ellos.
Sentí un gran odio hacia él. Por su maldita culpa no pude conocer a mi bebé. Mi vida ya no era vida pues no sabía en que momento me iba a pasar algo peor. Yo quería vivir sin miedo. Solo quiero conocer nuevos labios, continuar besándolos pero sin compromisos. Quiero seguir viviendo y descubriendo muchas cosas. Ya no me importaría nada.
Roberto para mí está muerto. Me vengaré de todo lo que me hizo. Yo sé que me buscará y no estaré dispuesta para él. Estaré divirtiéndome con nuevos amigos. Hoy saldré, seré una nueva mujer y conoceré a nuevas personas.



No hay comentarios:

Publicar un comentario